Las canchas de fútbol siguen sin respuesta del Gobierno y podrían abrir sin autorización
Ya presentaron tres protocolos a la secretaría de Deportes para poder reanudar las actividades y no tuvieron contestación. Inclusive protestaron con un bocinazo hasta Terrazas del Portezuelo. Hay al menos 150 familias que dependen del sector y necesitan trabajar.
En siete meses, las canchas de fútbol de la provincia sólo pudieron funcionar 20 días. Durante el resto del tiempo, los propietarios han tenido que hacer maniobras para no cerrar de forma definitiva, y seguir pagando al personal y los diferentes impuestos.
A raíz del crítico escenario que viven los 25 emprendimientos de canchas de fútbol en la provincia, el pasado 9 de septiembre hicieron una caravana para expresar la preocupación y la autorización del Gobierno para volver al trabajo.
En ese momento y a pesar de que ya cuentan con protocolos (los cuales fueron empleados durante los escasos días que pudieron trabajar), desde la secretaría de Deportes los instaron a que presentaran otros nuevos.
“Llevamos tres. Uno de cancha de cinco y siete, uno para fútbol metegol y uno especial como el de San Juan en el cual se estipulaba que se puede trabajar hasta con personas no superiores a 40 años y tiene un tema estrictamente deportivo”, detalló el dueño del complejo Fair Play de La Punta, Lucas Soria.
En declaraciones a El Chorrillero explicó que concurrió hasta el organismo provincial, pero no hay por ahora una solución concreta.
Precisó que el último diálogo con funcionarios fue el viernes pasado cuando le manifestaron que todavía no tenían respuestas del Comité de Crisis.
“En realidad habíamos pedido que ellos fueran el nexo para comunicarnos con el Comité. No han dado cumplimiento a su palabra y es entendible porque son políticos, no son comerciantes. Ellos a fin de mes tienen su sueldo y nosotros no”, destacó Soria.
Tuvo en cuenta que ya se encuentra habilitado el fútbol de primera división y con ello “están estimulando a la gente para que juegue”, pero a la vez se lo impiden porque no hay establecimientos abiertos.
Contó que durante el fin de semana advirtieron que se practicó el deporte de forma “clandestina” en canchas y plazoletas “sin trazabilidad ni cuidado”.
“Nosotros queremos ser una herramienta para ellos, brindarles salud y trabajar”, insistió.
En la misma línea, mencionó que 150 familias dependen de forma directa del sector, mientras que indirectamente serían unas 50 más.
“En mi caso he podido salir a vender un auto pero hay gente que no lo tiene. Los que están subsistiendo han hecho lo mismo. Hay algunos que optaron por no pagar, tienen los servicios cortados. Es el último límite para el que no tiene dinero”, puntualizó.
A partir de eso, Soria advirtió que si durante esta semana no tienen contestación del Gobierno provincial, la próxima hay varios que abrirán sin habilitación los complejos.